«Este lunes fue una noche que quedará en la historia: más de 1,600 personas se reunieron en el Auditorio Nacional del Palacio Libertad (ex CCK) para celebrar, por primera vez, el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes en Argentina. Este día especial, establecido por la Ley Nacional 27.741 en abril de este año, reconoce cada 31 de octubre como una fecha significativa para la comunidad evangélica del país.».
La celebración, organizada por la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), contó con la presencia de figuras clave como la Vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la Ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, entre otros líderes y representantes. Desde la entrada de la bandera, el himno nacional y un emocionante despliegue musical, el evento también transmitió en vivo a través de Canal Luz, conectando a miles en todo el país.
Pero, ¿cómo llegamos hasta aquí? Hace años que la comunidad evangélica en Argentina venía pidiendo el reconocimiento de su papel en el país. Desde que el monje Martín Lutero inició la Reforma Protestante en 1517, el 31 de octubre quedó marcado como un día que representa valores profundos para millones de cristianos: «Solo Cristo, Sola Escritura, Solo Gracia, Solo Fe y Solo a Dios la Gloria.» En Argentina, esta fecha no solo celebra esos ideales, sino también el crecimiento y la contribución de las iglesias evangélicas en educación, ayuda social y espiritualidad. Hoy, según datos del CONICET, el 15.3% de la población argentina se identifica como evangélica.
El proceso para llegar a la Ley Nacional tomó años de trabajo y persistencia. Desde hace más de una década, diversos diputados impulsaron proyectos de ley, incluyendo el apoyo de diputados como Tonelli y Dina Rezinovsky, y de senadores en 2024 como Maximiliano Abad, quienes lograron el respaldo unánime en ambas cámaras para finalmente convertirlo en ley.
La jornada estuvo llena de momentos de emoción, incluyendo un reconocimiento a la familia del pastor Olinto Barbosa, quien ha pasado su fe a través de varias generaciones. También hubo oraciones por el país, con líderes como Rafael Pedace y Carlos Belart invocando bendiciones para Argentina. Además, el presidente de ACIERA, Christian Hooft, enfatizó que este día no solo celebra la fe evangélica, sino también valores como la pluralidad y la unidad en diversidad.
Victoria Villarruel expresó su gratitud por el impacto social de las iglesias evangélicas, reconociendo su rol en comedores, centros de rehabilitación y asistencia espiritual en lugares donde el Estado no siempre llega. «Esta labor es un pilar fundamental para una Argentina más justa y solidaria,» dijo, recordando la importancia de los valores cristianos en la construcción de una sociedad que valore la libertad y la dignidad de cada persona.
Esta primera celebración nacional del Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes no solo representa un logro legal; es un testimonio del impacto positivo de las iglesias evangélicas en la vida de millones de argentinos y un reconocimiento oficial de su valioso aporte a la sociedad.
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